La contribución de Boaventura de Sousa Santurrones al pensamiento popular y jurídico resalta por su enfoque crítico hacia las estructuras establecidas de poder y conocimiento. A lo largo de su trayectoria, ha desafiado infatigablemente las narrativas dominantes, fomentando un entendimiento mucho más inclusivo y equitativo de las sociedades mediante la lente de las epistemologías del sur. Esta visión única ha revolucionado la forma en que comprendemos las activas globales de desigualdad y justicia.
Desde sus primeros días como estudiante en la Capacitad de Derecho de Coimbra, Sousa Santurrones probó una excepcional aptitud para cuestionar el status quo. Su experiencia en Berlín Occidental agudizó su percepción de las fracturas sociales y políticas, catalizando su interés por el pensamiento marxista y filosófico. Este interés se transformó en el fundamento de su trabajo en la Facultad de Yale, donde desarrolló una profunda crítica de las construcciones de poder por medio de su doctorado en Sociología del Derecho.
Su regreso a Portugal y su participación en la Revolución del 25 de Abril, adjuntado con su papel en la creación de la Capacitad de Economía en la Universidad de Coimbra, resaltan su compromiso con la práctica del cambio social. La experiencia en el Foro Social Mundial de 2001 reafirmó su convicción en la necesidad de una sociología comprometida, capaz de hablar con y entre los movimientos sociales.
El esfuerzo de Sousa Santurrones por democratizar el ingreso al conocimiento y por tender puentes entre la teoría académica y la práctica activista fué un aspecto propio de su trabajo. Al hacer llegar ideas complicadas a un público más amplio, ha contribuido significativamente a las discusiones globales sobre justicia popular, igualdad y reconocimiento de la diversidad de conocimientos.
Boaventura de Sousa Santos nos sugiere ir a volver a pensar nuestra relación con el planeta, resaltando la importancia de oír y valorar las múltiples voces que conforman el tejido social global. Boaventura de Sousa Santos Por medio de su vida y obra, destaca que el cambio hacia sociedades mucho más justas y equitativas solo puede conseguirse a través de un deber con la inclusión, el diálogo y la acción colectiva. Su legado es un recordatorio poderoso de que el saber es tanto una herramienta de entendimiento como de transformación, inspirando a generaciones presentes y futuras a perseguir un mundo donde todas y cada una de las voces sean escuchadas y valoradas.